Guía completa: ¿Qué es un ETF, cómo funciona y cómo elegir?

Los Exchange Traded Funds (ETF), o fondos cotizados, se han convertido en uno de los productos de inversión más populares de las últimas décadas. Combinan la diversificación de un fondo de inversión con la flexibilidad de las acciones, permitiendo comprar y vender participaciones en tiempo real a través de una bolsa de valores. Los ETFs ofrecen una solución eficiente, de bajo coste y accesible para todo tipo de inversores.
¿Qué es un ETF?
Un ETF es un instrumento de inversión que replica el comportamiento de un índice bursátil, un sector específico o una clase de activo. A diferencia de los fondos tradicionales, los ETFs cotizan en bolsa, lo que significa que se pueden comprar y vender como si fueran acciones, en cualquier momento del día de mercado.
Cada ETF tiene un símbolo de cotización (ticker), como una acción. Invierten en una cesta de activos como acciones, bonos, divisas o materias primas, lo que proporciona diversificación inmediata al inversor. Sin embargo, algunos ETFs pueden presentar riesgo de concentración si están enfocados en una sola industria o nicho.
¿Cómo funciona un ETF?
El funcionamiento de un ETF se basa en replicar el comportamiento de un índice, un sector o una estrategia específica, permitiendo al inversor obtener una rentabilidad muy similar a la de ese mercado de referencia. Esto se logra mediante dos mecanismos principales:
- Réplica física: El ETF adquiere directamente todos o una muestra representativa de los activos que componen el índice. Si se trata de una réplica completa, se compran todos los valores del índice. En una réplica optimizada o por muestreo, se seleccionan solo algunos activos representativos, lo que reduce costes y mejora la eficiencia, especialmente en índices muy amplios.
- Réplica sintética: En lugar de comprar los activos del índice, el ETF firma un contrato de derivados (swap) con una contrapartida financiera, que se compromete a pagar el rendimiento del índice replicado. Esto permite acceder a mercados menos accesibles o con activos ilíquidos, aunque introduce el llamado «riesgo de contraparte».
La mayoría de los ETFs físicos ofrecen mayor transparencia y propiedad directa de los activos subyacentes, lo que los hace preferibles para muchos inversores de largo plazo. Los sintéticos, por su parte, pueden ofrecer mejor seguimiento en determinados índices o exposiciones más complejas, pero conllevan una capa adicional de riesgo que debe ser evaluada cuidadosamente.
En ambos casos, el ETF tiene un precio de mercado que fluctúa durante el día, y su valor liquidativo (NAV) se actualiza constantemente. Esta estructura permite a los inversores comprar y vender participaciones en cualquier momento durante el horario bursátil, con una gran flexibilidad operativa.
Diferencias con los fondos indexados
- Cotización: Los ETFs cotizan en bolsa y se negocian en tiempo real. Los fondos indexados solo se compran/venden al valor liquidativo al cierre del día.
- Valor liquidativo (NAV): En los ETFs, se actualiza constantemente. En fondos indexados, solo al final del día.
- Estructura de inversión: Los ETFs están invertidos al 100% en el mercado; los fondos indexados deben mantener liquidez obligatoria.
- Fiscalidad: Los ETFs tributan como acciones. Los fondos indexados permiten traspasos sin tributar hasta el reembolso final.
Tipos de ETFs
- ETFs tradicionales: replican índices como el S&P500 o el MSCI World.
- ETFs temáticos: enfocados en tecnología, inteligencia artificial, energías renovables, etc.
- ETFs sectoriales y regionales: replican sectores o regiones específicas.
- ETFs inversos y apalancados: permiten estrategias especulativas o de cobertura con mayor riesgo.
- ETFs de renta fija, materias primas y ESG: cubren todas las clases de activos y estilos de inversión.
Ventajas de los ETFs
1. Diversificación
Permiten exposición a decenas o cientos de activos con una sola operación. Aunque ofrecen diversificación, es importante verificar la composición para evitar riesgos de concentración sectorial.
2. Transparencia y simplicidad
El inversor puede consultar en todo momento la composición del ETF, su valor y comportamiento en tiempo real.
3. Costes reducidos
Tienen comisiones más bajas que los fondos tradicionales debido a su gestión pasiva. Además, su estructura operativa es más eficiente.
4. Accesibilidad
Se puede comenzar a invertir con importes bajos y sin mínimos de entrada exigentes.
5. Flexibilidad operativa
El ETF puede comprarse y venderse como una acción, facilitando estrategias de corto, mediano y largo plazo.
6. Posibilidad de apalancamiento
Existen ETFs que permiten operar con apalancamiento o invertir a la baja, abriendo nuevas posibilidades especulativas.
Inconvenientes de los ETFs
1. Fiscalidad menos favorable
A diferencia de los fondos de inversión, los ETFs no permiten traspasos sin tributar. Cada operación genera una ganancia o pérdida patrimonial sujeta a IRPF.
2. Costes de transacción
Las plataformas pueden cobrar comisiones por compraventa y custodia, especialmente si hay mucha operativa.
3. Mayor complejidad
Con tantas opciones en el mercado, algunos ETFs son sofisticados y requieren conocimientos previos. Además, hay que considerar diferenciales (spreads) entre precio de compra y venta, liquidez y plazos de liquidación (T+2).
Cómo invertir en ETFs
Invertir en ETFs requiere definir previamente:
- Tu perfil de riesgo: conservador, moderado o agresivo.
- Horizonte temporal de inversión: corto, medio o largo plazo.
Tipo de exposición deseada (global, temática, sectorial, geográfica o por tipo de activo).
Es recomendable diversificar entre varios ETFs para reducir el riesgo global de la cartera. Se pueden combinar ETFs de renta variable con otros de renta fija, materias primas o incluso ETFs sectoriales para una exposición equilibrada.
Antes de invertir, es fundamental analizar el ETF: revisar el folleto informativo, el tracking error (desviación respecto al índice), el volumen negociado y el spread entre precios de compra y venta.
Muchos brokers permiten programar aportaciones periódicas y ofrecen herramientas de comparación, análisis técnico y simulaciones de cartera. También es posible automatizar compras a través de planes de inversión sistemáticos.
Y cómo elegir?
- Rentabilidad histórica vs. índice de referencia
- Coste total
- Liquidez y volumen diario de negociación
- Tamaño del fondo y antigüedad
- Calidad del proveedor del ETF
- Tipo de réplica y riesgo de contraparte
Consejos prácticos
Distingue entre ETFs para largo y corto plazo. Los ETFs de largo plazo suelen estar ligados a índices amplios y diversificados, ideales para estrategias pasivas. Los de corto plazo, incluidos los apalancados o inversos, pueden utilizarse para especulación o cobertura, pero conllevan mayor riesgo.
Estudia la dispersión histórica de rendimientos. Comprender la variabilidad pasada puede ayudarte a anticipar posibles escenarios y ajustar tu tolerancia al riesgo.
No inviertas solo por moda. Muchos ETFs temáticos se lanzan en momentos de gran interés mediático, pero pueden no sostenerse a largo plazo.
Evalúa si una buena idea también es una buena inversión. No todo lo que tiene potencial tecnológico o social genera rentabilidad bursátil. Analiza el comportamiento del ETF, su estructura y los costes antes de tomar decisiones.
Fiscalidad de los ETFs en España
En España, los ETFs tributan como si fueran acciones, tanto por las plusvalías generadas en la venta como por los dividendos que puedan distribuir.
Ganancias de capital
Se calculan como la diferencia entre el precio de compra y el de venta. Tributan dentro de la base del ahorro del IRPF (Ley 35/2006 y modificaciones posteriores):
- Hasta 6.000€: 19%
- De 6.000 a 50.000€: 21%
- De 50.000 a 200.000€: 23%
- Más de 200.000€: 26%
Dividendos
Tributan como rendimientos del capital mobiliario y están sujetos a retención.
Compensación de pérdidas
Las pérdidas por venta de ETFs pueden compensarse con ganancias de otras inversiones, durante hasta cuatro ejercicios fiscales.
Traspasos entre ETFs
No están exentos de tributación. Cada traspaso se considera venta y genera una obligación fiscal.
Cambios legislativos
Desde 2022, todos los ETFs (nacionales y extranjeros) reciben el mismo tratamiento fiscal que las acciones.
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