Cómo utilizar la inflación para ganar dinero con inversiones alternativas

La inflación es percibida como un fenómeno económico perjudicial para el bolsillo de los ciudadanos, pero también puede convertirse en una oportunidad para aquellos que saben cómo navegar sus efectos.

Si bien es cierto que reduce el poder adquisitivo y encarece el costo de vida, también redistribuye la riqueza y afecta los mercados de manera que ciertos activos se revalorizan, abriendo la puerta a ganancias significativas.

A continuación, exploraremos algunas estrategias para aprovechar la inflación mediante inversiones alternativas.

Entendiendo la inflación: una amenaza y una oportunidad

La inflación es el aumento generalizado y sostenido de los precios de los bienes y servicios en un país durante un periodo determinado. Si bien este fenómeno reduce el valor del dinero con el tiempo, también modifica el comportamiento de los consumidores y los mercados financieros.

Cuando los gobiernos inyectan liquidez a la economía (como sucedió durante la pandemia de Covid-19), los precios tienden a subir. Esto genera un contexto propicio para buscar activos que se revaloricen rápidamente, superando el ritmo inflacionario. Aquellos que entienden esta dinámica pueden no solo proteger su patrimonio, sino incluso aumentarlo.

¿Quieres saber más sobre la inflación? Leer más: ¿Qué es la inflación? Definición, causas y consecuencias.

1. Inversión en bienes inmuebles

Uno de los sectores más clásicos para protegerse de la inflación es el inmobiliario. Las propiedades, al ser activos tangibles, tienden a mantener o incluso aumentar su valor en contextos inflacionarios. A medida que el dinero pierde valor, los bienes inmuebles se encarecen, convirtiéndose en una opción atractiva para los inversores.

Ventajas:

• Incremento del valor de mercado.
• Posibilidad de generar ingresos pasivos mediante alquileres.
• Cobertura contra la devaluación del dinero.

Una estrategia clave es adquirir propiedades con hipotecas de bajo interés durante períodos de inflación es una de las formas más efectivas de utilizar la deuda a favor. Si los intereses de la hipoteca son menores que la tasa de inflación, el valor real de la deuda disminuye con el tiempo, mientras que el valor del activo puede crecer.

Además, ciudades españolas como Madrid, Barcelona, Valencia y Málaga poseen mercados inmobiliarios consolidados, donde las propiedades habitualmente igualan o superan la inflación. Es posible invertir directamente en propiedades residenciales o comerciales, o hacerlo de manera indirecta mediante las SOCIMIs (Sociedades Cotizadas Anónimas de Inversión en el Mercado Inmobiliario), vehículos financieros que permiten participar en el sector inmobiliario sin necesidad de adquirir directamente un inmueble.

2. Uso inteligente de la deuda

A menudo se piensa que la deuda es peligrosa, pero en contextos inflacionarios puede ser una poderosa herramienta financiera. Cuando se obtiene un préstamo con una tasa de interés inferior a la tasa de inflación, se están devolviendo en el futuro euros que valen menos de lo que valían al momento de pedirlos.

Un ejemplo, si compras una vivienda hoy por 170.000 € con un préstamo al 2% de interés anual y la inflación es del 4%, el valor real de lo que pagas es menor cada año. Este fenómeno fue aprovechado por grandes empresas, que tomaron préstamos masivos con intereses bajos para invertir en activos de mayor rentabilidad.

Adicionalmente, la deuda también puede ofrecer ventajas fiscales, dado que los intereses hipotecarios suelen ser deducibles en determinados supuestos, según la legislación vigente.

3. Oro: el refugio histórico

El oro ha sido tradicionalmente considerado como un refugio seguro en momentos de incertidumbre económica. Su valor suele aumentar cuando la inflación se dispara o cuando los mercados financieros se tambalean.

Características del oro como inversión:

• No depende de ningún emisor, como ocurre con las monedas fiduciarias.
• Tiene una historia de miles de años como reserva de valor.
• Protege contra la pérdida del poder adquisitivo del dinero.

Aunque el oro no genera ingresos pasivos (como alquileres o dividendos), su precio suele mantenerse estable o incrementarse cuando otros activos se deprecian. Por ello, es frecuentemente utilizado como instrumento de diversificación en una cartera equilibrada.

Además del oro, existen también otras materias primas en las que se puede invertir, incluso a través de fondos cotizados en bolsa (ETF), cuando se negocian en la Bolsa de Madrid o en las bolsas europeas (más detalles en este texto).

4. Criptomonedas: oro digital o riesgo elevado

Las criptomonedas han sido llamadas por algunos analistas “el oro digital”. Durante periodos de alta emisión monetaria y tensiones globales, su valor se disparó, atrayendo la atención de inversores de todo el mundo.
Entre sus ventajas se encuentran la oferta limitada, la alta liquidez, la descentralización y la resistencia a la censura. Existen algunos riesgos como la volatilidad extrema, la dependencia de la adopción y la regulación y la falta de apoyo físico.

Una estrategia prudente consiste en destinar únicamente un pequeño porcentaje del portafolio como cobertura especulativa, siempre acompañada de una planificación clara. Asimismo, es fundamental utilizar wallets seguros y optar por plataformas reguladas en España y Europa para reducir los riesgos inherentes a este tipo de inversión.

5. Acciones e inversión bursátil

Las acciones constituyen una forma tradicional de superar a la inflación. Cuando la economía crece, las empresas suelen aumentar sus beneficios, lo cual habitualmente se traduce en una revalorización bursátil. Además, muchas compañías reparten dividendos, ayudando así a preservar el poder adquisitivo frente a la inflación.

Por ello, invertir en acciones españolas o europeas de sectores esenciales como energía, servicios públicos, supermercados, farmacéutico y bienes de primera necesidad es una buena opción. Estas empresas suelen ser más resistentes a la inflación debido a su capacidad para trasladar los aumentos de costes a los precios finales sin perder demanda.

Buscar acciones de empresas con poder de fijación de precios, es decir, que puedan trasladar el aumento de costes a los consumidores sin perder demanda. También es recomendable analizar el histórico de dividendos y la solidez financiera de la empresa.

6. Fondos indexados y ETFs y

Los fondos indexados y ETFs (fondos cotizados) permiten diversificar la inversión con bajos costes. Al invertir en índices bursátiles, estos instrumentos suelen ofrecer rentabilidades capaces de superar la inflación en el largo plazo.

Entre sus beneficios destacan:

• Exposición inmediata a cientos o miles de empresas con una sola inversión.
• Comisiones muy reducidas en comparación con fondos activos.
• Facilidad de acceso desde España a través de bancos, brokers o plataformas especializadas.
• Posibilidad de automatizar las inversiones periódicas mediante la estrategia conocida como Dollar Cost Averaging (DCA), reduciendo así los riesgos asociados al timing del mercado.

7. Propiedades para alquiler

Una variante de la inversión inmobiliaria es el alquiler de propiedades. Además de revalorizarse con el tiempo, estas propiedades generan ingresos mensuales estables. Las principales opciones son los alquiler de largo plazo o alquiler turístico o vacacional.

Es importante tener en cuenta las regulaciones locales sobre arrendamientos, impuestos, y la demanda del mercado. En contextos inflacionarios, los alquileres suelen ajustarse al alza. La selección de inquilinos confiables y la gestión eficiente también son factores claves.

8. Bonos ligados a la inflación

En España es posible invertir en bonos del Estado español o europeos ligados a la inflación, conocidos como bonos ligados al IPC (Índice de Precios al Consumo. Estos títulos están diseñados específicamente para proteger el poder adquisitivo del inversor, ajustando sus pagos de intereses y capital según la evolución del índice de inflación oficial.

Principales ventajas:

• Protección directa frente a la inflación.
• Riesgo relativamente bajo.
• Rentabilidad ajustada automáticamente al contexto macroeconómico.

Posibles desventajas:

• Rentabilidad más limitada en contextos de inflación baja o deflación.
• Liquidez generalmente inferior comparada con otros activos financieros como acciones o fondos cotizados.

9. Depósitos a plazo fijo y cuentas remuneradas

Si bien no generan altos rendimientos, son una opción segura para preservar capital, especialmente en escenarios donde los tipos de interés suben en respuesta a la inflación.

Sus principales características son:

• Bajo riesgo.
• Liquidez variable.
• Rentabilidad moderada.
• Ideales como fondo de emergencia o para objetivos a corto plazo.

10. Inversión en materias primas

Como ya se ha dicho anteriormente, las materias primas como el petróleo, el gas natural o los metales industriales pueden beneficiarse del aumento de precios. Invertir en materias primas puede ser una estrategia eficaz para beneficiarse de los mayores costos de producción. Es importante vigilar la volatilidad de estos mercados y contar con un horizonte de inversión bien definido.

Las formas más comunes de invertir son:

• Compra directa de materias primas (menos común).
• ETFs de materias primas.
• Acciones de empresas extractoras.

11. Monedas fuertes y protección del tipo de cambio

En la eurozona, ya estás expuesto a una moneda relativamente fuerte (el euro), pero puedes diversificar aún más hacia otras monedas consideradas seguras, como el franco suizo o el dólar estadounidense.

Sugerencia de una estrategia práctica

Esta distribución diversificada es una opcion que permite proteger eficazmente el poder adquisitivo frente a la inflación, manteniendo un equilibrio entre seguridad y potencial de crecimiento.

• 50% en bonos indexados a la inflación (bonos ligados al IPC).
• 20% en acciones de empresas resistentes a la inflación (sectores esenciales como energía, distribución alimentaria y farmacéuticas).
• 20% en SOCIMIs españolas (por ejemplo, Merlin Properties o Colonial).
• 10% en oro y divisas fuertes mediante ETFs cotizados en España o Europa.

Conclusión: adaptarse para prosperar

La inflación, aunque temida por muchos, no tiene por qué ser una sentencia de pérdida patrimonial. Con una estrategia de inversión inteligente, informada y diversificada, es posible no solo protegerse de la inflación, sino también aprovecharla para hacer crecer el capital.

El secreto está en entender los mecanismos económicos que impulsan la inflación y saber en qué activos conviene posicionarse en cada fase del ciclo económico. Las inversiones alternativas, como el oro, las criptomonedas, los bienes raíces o los ETFs, ofrecen herramientas poderosas para quienes buscan mantener y aumentar su riqueza en tiempos de incertidumbre.

En un contexto económico volátil como el actual, la mejor decisión es mantenerse informado, revisar constantemente la estrategia de inversión y adaptarse a las nuevas condiciones del mercado. Educarse financieramente y diversificar inteligentemente son pilares esenciales para transformar la inflación de un enemigo en un aliado del crecimiento personal y patrimonial.